1542: Francisco de Orellana, el descubridor del Amazonas

El 11 de febrero de 1542 Francisco de Orellana se topa por primera vez con el Amazonas. Natural de Trujillo y pariente lejano de Pizarro, pisĆ³ el nuevo continente con solo diecisĆ©is aƱos para ponerse a las Ć³rdenes de su paisano. Cuando Gonzalo Pizarro organizĆ³ una expediciĆ³n al interior del Amazonas en busca del Ć”rbol de la canela, Orellana ofreciĆ³ sus servicios como avezado explorador.

PartiĆ³ el contingente con 220 espaƱoles y 4.000 indios. Por la llanura andina viajĆ³ Pizarro con el grueso de los hombres, tocĆ”ndole a Orellana el arduo camino de atravesar la selva. Cuando de nuevo se reunieron a orillas del rĆ­o Napo, el escenario era bien diferente al esperado. El terreno era una ciĆ©naga impracticable que apenas dejaba crecer unos pobres arbustos. Dada la dureza del viaje, Pizarro mandĆ³ construir un barco para salir del lugar remontando el rĆ­o. Cortaron Ć”rboles, fabricaron un horno y convirtieron en clavos las herraduras de los caballos. Al fin comprobaron que el engendro flotaba y le tocĆ³ a Orellana lanzarse rĆ­o abajo en busca de vĆ­veres para afrontar el largo viaje. La travesĆ­a resultĆ³ estĆ©ril durante largos dĆ­as y la tripulaciĆ³n tuvo que alimentarse con pieles y cuero de los zapatos. Cuando al fin hallaron un poblado, ninguno de los hombres estaba dispuesto a regresar al campamento. La travesĆ­a rĆ­o arriba era improbable y la misiĆ³n de recabar alimentos imposible de cumplir.

La decisiĆ³n era dura pero a Orellana le volvĆ­a a picar el aguijĆ³n de la aventura, de su propia aventura en solitario. Construyeron un nuevo barco y se lanzaron rĆ­o abajo buscando la desembocadura. El 11 de febrero observaron que el rĆ­o se partĆ­a en dos. HabĆ­an llegado, sin saberlo, al Amazonas. La travesĆ­a tuvo innumerables peligros. Cada avance traĆ­a la hostilidad de la tribu dominante, que atacaba las naves diezmando a sus tripulantes. En ocasiones el rĆ­o ancheaba tanto que se perdĆ­an de vista las orillas. Cuando estrechaba, la frondosidad de la selva parecĆ­a tragĆ”rselos. 


El 24 de junio recibieron un sorprendente ataque. Se trataba de las amazonas, una Ć©lite guerrera formada por aguerridas arqueras. Tanto les fascinĆ³ su historia que decidieron bautizar al rĆ­o con su nombre, el Amazonas. Tras muchas penurias, el 24 de agosto llegan a mar abierto y en mayo de 1543 Orellana regresa a EspaƱa para contar su increĆ­ble historia. Orellana quiso repetir la travesĆ­a en sentido inverso pero nunca lo logrĆ³. En la espesura del rĆ­o encontrarĆ­a la muerte el mes de noviembre de 1546.




Autor : Pedro GarcĆ­a Luaces

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